Coenzima Q10, un potente antioxidante
La Coenzima Q10 es una molécula presente de forma natural en las mitocondrias y en el núcleo de las células de nuestro organismo, se sintetiza en el hígado y se puede obtener también a través de los alimentos, aunque el aporte dietético es bajo, porque se encuentra en pequeñas cantidades. Algunos de los alimentos que lo contienen son el brócoli, coliflor, pistachos, ajonjolí, soya, maní y espinaca.
Esta coenzima tiene dos funciones esenciales: la producción de energía y su efecto antioxidante.
La coenzima Q10 convierte la energía de los carbohidratos y los lípidos en forma de energía utilizable, y protege a las células, tejidos y órganos, de la acción oxidante y perjudicial de los radicales libres que están implicados en los procesos de envejecimiento.
Desempeña un importante papel en nuestra piel debido a sus propiedades bioenergéticas y antioxidantes protegiéndonos de la radiación ultravioleta, tanto UVA como UVB.
La Coenzima Q10 previene el crono y el fotoenvejecimiento, es decir, actúa en las dos formas de envejecimiento, la del tiempo y la del sol.
Se ha demostrado en varios estudios que logra disminuir la profundidad de las arrugas, especialmente cuando se encuentra presente en cremas, se realizó una evaluación en 33 pacientes y su uso durante 12 semanas disminuyó las arrugas, aumentó la elasticidad y ayudó a la piel contra las afecciones ocasionadas por los cambios estacionales que ocurren durante el invierno, además de mejorar la apariencia de las patas de gallo, otras arrugas de expresión, como las de nasolabiales o las del labio superior.
Es importante recordar que no todos los compuestos son capaces de penetrar en la piel ya que la capa superior, el estrato córneo, cumple con una función de barrera. En cambio, la Coenzima Q10 ingresa de forma gradual en nuestra piel, y se obtiene mayor efectividad de sus beneficios en las capas más elevadas de la superficie de la dermis.
Dejar un comentario