Queratosis pilaris, qué es y cómo tratarla
Para hablar de LA QUERATOSIS, primero tenemos que saber qué es la queratina.
Nuestra piel es un órgano dinámico y se encuentra en un constante proceso de renovación. Cada 28 días nuestras células se renuevan y al terminar su ciclo de vida estas se eliminan, desprendiéndose de la capa superficial de la piel. Esta capa está compuesta por células rellenas de queratina, que es una proteína que constituye la parte fundamental de la formación de la epidermis y de tejidos como las uñas y el pelo.
Ahora, ¿Cómo se ata esta proteína a la queratosis? La queratosis pilaris no es más que una acumulación o retención de la queratina en la zona de los poros. Actúa como tapón, obstruyéndolos y provocando la inflamación de estos folículos pilosos, generando la aparición de estos granitos rojos.
Estos granitos de tacto áspero que nos salen en algunas partes del cuerpo, sobre todo en la parte externa de los brazos y la zona exterior de los muslos, son inofensivos, suelen aparecer desde la niñez en algunos casos y también pueden aparecer en las mejillas y tener un tono rojizo por debajo.
Esta afección puede confundirse muchas veces con acné, y para diferenciarlas sólo hace falta una pequeña prueba de tacto, ya que si estos pequeños comedones son o se sienten ásperos, es aquí cuando hablamos netamente de queratosis pilaris.
Su causa de hecho es desconocida, sin embargo, su raíz podría ser genética ya que es muy frecuente que si nuestros padres la tienen, nosotros podamos desarrollarla también. Es muy frecuente también en personas con dermatitis atópica.
¿Cómo se trata la queratosis pilaris?
Su tratamiento es súper sencillo y consta de dos partes que son esenciales para el cuidado de nuestra piel: La exfoliación y la hidratación + humectación.
Exfoliar nuestra piel antes de tomar una ducha o baño será nuestro primer paso, ya que así lograremos remover esta acumulación de células que se encuentran bloqueando nuestros poros. Elegir nuestro exfoliante será un gran paso, ya que existen muchos tipos entre químicos y físicos y en diferentes concentraciones.
Utilizar una técnica no muy abrasiva con la piel será vital y en este tipo de casos es donde le damos muchísimo foco a la técnica del cepillado en seco. Al terminar, darnos un baño o ducha con agua tibia será crucial ya que ayudará a ablandar la queratina y facilita que esta se desprenda de la piel.
Recordemos que no es recomendable apretar los granitos, ni con las uñas, ni con objetos como extractores, ya que este procedimiento puede provocar heridas que dejen cicatrices y cambios en la pigmentación de la piel.
Y finalmente, los pasos de la hidratación y humectación, claves para combatir esta afección, podremos encontrar aliados como extractos, emolientes, aceites y mantecas que nutran nuestra piel a profundidad, especialmente después de una ducha o baño, ya que así aportaremos agua y la sellaremos en nuestra piel evitando la resequedad. Ya que esta es algo que empeora mucho la condición, por lo que es importante incorporar en nuestras rutinas una buena loción o crema corporal que ayude a retener la humedad en nuestra piel, como nuestra Body Butter que ayudará a reparar tu piel y mejorar su aspecto.
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